Con casi dos años como corredor, Juan Carlos Flores Carreón ha ganado 11 medallas en el plano nacional e internacional

Con una marca de 12 segundos 21 centésimas, Juan Carlos Flores Carreón, estudiante de tercer semestre de la Preparatoria 9 de la Universidad de Guadalajara (UdeG) obtuvo el tercer lugar en los Juegos Parapanamericanos Juveniles, en la categoría de 100 metros planos para ciegos y débiles visuales.

En la competencia realizada en Buenos Aires, Argentina del 12 al 21 de octubre, el estudiante de 18 años ganó su primera medalla internacional, la cual se suma a las 10 que ha obtenido en ocho competencias nacionales, a pesar de su breve carrera en el atletismo de poco menos de dos años.

“Me gusta correr, me encanta la velocidad, sentir el viento cuando vamos corriendo. Competir me provoca una emoción increíble además de nervios y adrenalina al momento de escuchar a los que van corriendo a un lado. Al final, en la meta, cuando mi guía me dice que ganamos es una alegría indescriptible y mucha satisfacción”, dice Flores Carreón.

Inició como corredor por invitación de un entrenador del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (CODE). En su primera competencia participó en la categoría de relevos 4 x 100, en donde se llevó la medalla de plata.

Su objetivo es claro: seguir compitiendo y llegar a los Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro en el 2016. “Para lograrlo debo dar los tiempos que se requieren y pasar por juegos centroamericanos y otros, para lo que entreno de lunes a viernes de 8:00 a 10:00 de la mañana. Hasta ahora, mi record personal es de 12 segundos 8 centésimas”, refirió el alumno.

Para el atleta, su principal barrera no es ser ciego, sino la falta de apoyo. “El traslado para entrenar, ir a estudiar y regresar a mi casa es agotador pero pienso seguir corriendo y preparándome. Quiero estudiar una licenciatura, tal vez relacionada con la música, otra cosa que me apasiona”, comentó el bachiller.

Considera que en México hace falta una cultura de derechos y atención a las personas con discapacidad, e indica que “gran parte de la sociedad no entiende lo que significa no tener la capacidad de la visión, piensan que no podemos hacer nada y que somos débiles, pero creo que debemos trabajar más en una cultura incluyente”.

Agregó que el apoyo de su madre y hermanos, entrenadores y compañeros con discapacidad, así como amigos de la escuela y profesores de la UdeG ha sido fundamental, mientras que su meta personal es salir adelante a pesar de las dificultades o barreras.

“Pienso en las personas que se la ven más difícil que yo y a pesar de cualquier discapacidad siguen adelante con alegría. En lo personal, esa es mi motivación y ejemplo que me ayuda a no dejarme derrotar”, concluye.