Pablo Mateos Cerros, alumno de la Preparatoria de Tonalá, fue seleccionado para integrar la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México edición 2014, convocada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
 
El joven de 16 años forma parte de los 160 músicos de entre 12 y 17 años que conformarán esta agrupación. Además de ser uno de los cinco jaliscienses elegidos, gracias a su talento encabezará la sección de tubas de la orquesta.
 
Músico de este instrumento desde los 6 años, Mateos Cerros buscó desde hace dos años ingresar a esta orquesta, de la que fue rechazado durante la convocatoria de 2013. Para esta oportunidad ensayó durante tres meses de la mano de su abuelo y profesor de siempre, maestro Manuel Cerros.
 
De las ocho piezas que debía aprenderse para la audición, la más complicada fue la obertura de la “Gran Pascua rusa”, de Nikolái Rimsky-Korsakov, dice el alumno del segundo semestre de la Preparatoria de Tonalá, pero asegura que estaba enfocado en lo que quería lograr.
 
“Hace dos años le dije a mi abuelo que quería hacer esa audición (y lograrlo) es una satisfacción. Se vio reflejado el esfuerzo y el estudio”, afirma Pablo, quien añade que su meta es tocar en la Orquesta Sinfónica de Berlín o de Nueva York.
 
Mateos Cerros se reunirá con el resto de los músicos el próximo 19 de julio para asistir a un campamento, donde ensayarán las piezas que integrarán el programa de la orquesta para este año. También recibirá capacitación de parte de otros músicos ejecutantes de la tuba.
 
Del 3 al 9 de agosto realizarán una gira nacional en sedes por definir, en la que interpretarán piezas como “L’Arlésienne, suite n. 2” de Georges Bizet, “Janitzio” de Silvestre Revueltas, “Gran Pascua rusa” de Rimsky-Korsakov, “El sombrero de tres picos” de Manuel de Falla y “Danzón n. 7”, de Arturo Márquez, entre otras.